jueves, 23 de mayo de 2013




23/05 – 16:00 - En momentos en que no solo el Ejecutivo sino la provincia de Santa Cruz, espera que los diputados se pongan a trabajar y le dediquen atención especial a proyectos como el impuesto minero, presentado para recaudar más de las millonarias empresas multinacionales que se llevan todo sin dejar nada, La Cámpora creyó ver en 12 jubiladas una amenaza para su integridad y resolvieron levantar la sesión.
Hoy jueves debía sesionar la Cámara de Diputados y se trataría, entre otros temas, un proyecto del Poder Ejecutivo donde se grava con un impuesto a la renta minera; como forma simbólica de darle apoyo a la iniciativa, 12 jubiladas se pusieron fuera de la Legislatura intentando luego, ingresar al recinto para presenciar la sesión.
Cuando arribó al edificio el Vicegobernador Fernando Cotillo, a su vez Presidente del Cuerpo, la titular de los jubilados Sara Ruiz y un par de afiliadas,trataron de ingresar al recinto, cosa que le fue impedido por la guardia de Cotillo, quien ni siquiera saludó a la gente mayor que estaba allí expuestos a las inclemencias de un clima poco favorable para actividades al aire libre.
En medio del forcejeo por ingresar, en tanto en las gradas del recinto ya se habían instalado una buena cantidad de militantes de La Cámpora, las jubiladas rompieron dos o tres vidrio de la puerta y este motivo fue suficiente para que los sensible legisladores, liderados por Rubén Contreras y Fernando Cotillo,encendieran las alertas rojas ya que entendieron, peligraba su integridad física.
Cotillo no tuvo mejor idea, entonces, de comunicarse telefónicamente con el Jefe de la Comisaría 1º de policía para pedirle “que enviara la infantería, porque los manifestantes pretendían entrar a la Cámara para agredirlos”. Dicho esto y dado la escasa distancia que hay entre la repartición policial y el edificio de la legislatura, en virtud de no escuchar bullicio y el ruido de bombos y gritos típicos de esta clase de concentraciones, el Jefe mandó a un oficial a relevar la situación y se encontró con una decena de mujeres jubiladas quemando cubiertas, mientras desde adentro de la Legislatura se las sindicaba como enviadas allí por el gobernador Daniel Peralta.

Cuando la policía vio que 12 mujeres no eran una amenaza pública como para enviar al cuerpo de Infantería, el Comisario a cargo se comunicó con Cotillo para decirle que en realidad no podía enviar al cuerpo especial para controlar a 12 jubiladas. En ese mismo momento, el diputado Rubén Contreras como Jefe de bloque, informó a los diputados que se levantaba la sesión “por falta de garantías” y finalmente los diputados no trabajaron como debió ser.
Las dudas, ahora, encienden las sospechas de que los diputados en realidad no se asustaron por 12 jubiladas sino que fue casi una excusa para no darle tratamiento a un tema que desde el año 2012 le quema las manos a los legisladores de La Cámpora:el tema minero. Los diputados K rechazan la idea de gravar con un impuesto provincial a las empresas mineras que pagan un bajísimo canon minero. Indudablemente, existe un interés corporativo de varios diputados, para entorpecer permanentemente el tratamiento de esta ley, casi como una forma de proteger a las multinacionales, lo cual ha quedado en evidencia en más de una oportunidad, como también fue revelado por OPI los intereses personales y empresariales que tiene uno de los legisladores camporistas, Leonardo Álvarez, cuya empresa de camiones, en San Julián, le presta servicios a las operadoras mineras que operan en la meseta central. (Agencia OPI Santa Cruz)

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