Con la reforma previsional el gobierno vuelve a echar mano a su vieja práctica de dividir y enfrentar, en este caso a quienes cobran por encima de 6300 pesos, muy por debajo del valor real de la canasta familiar, contra quienes perciben salarios inferiores a esa cifra, muchos de los cuales están por debajo de la línea de pobreza. (Por: Héctor Barabino para OPI Santa Cruz)
“Las causas de esta crisis son varias y están relacionadas no sólo al Sistema Previsional Provincial, sino también al nacional, incluso a nivel mundial”, expresa el Ejecutivo en los fundamentos del proyecto de reforma previsional que pretende implementar.
Evasivo y sin el menor sentido de autocrítica insiste en negar que el rojo de mas de 520 millones de pesos de la Caja previsto para el 2011 es el resultado natural de dos décadas de administración de los fondos previsionales por fuera de las normas y los controles y sin la mínima sensibilidad para planificar una estrategia de sostenimiento del sistema a partir de las proyecciones de un esquema que es universal y permanente. Un cálculo en clave de tres simple.
¿O acaso pensaban los funcionarios de turno que la deformación donde el empleado aporta más que el patrón podía producir milagrosos superávit?
¿O que el congelamiento salarial, la aniquilación de la carrera administrativa, los aumentos no remunerativos y la contratación de miles empleados en negro, podía multiplicar panes y peces?
¿De verdad imaginaban que la irresponsabilidad institucionalizada de otorgarle una categoría premiun a un agente a punto de jubilarse que durante toda su carrera revistó en la base del escalafón, era un signo de eficiencia y justicia en la administración?
¿Y que el pozo ciego de la Cuenta Unica que creó y diseñó para poder manejar a discreción el presupuesto de la Caja iba a rendir jugosas utilidades que se traducirían en mayores beneficios para los jubilados?
Con el mismo talante autoritario y soberbio con el que condujo el sistema previsional al desquicio en el que hoy se encuentra, el gobierno ahora pretende aplicar “medidas de fondo” para “sanear el déficit” de una Caja en llamas. Como un bombero pirómano.
Y al mejor estilo de los gobiernos liberales plantea la reforma por el camino mas corto y efectivo: metiéndole la mano en los bolsillos de los más débiles; aumentándole los aportes a los activos e imponiéndole a los futuros jubilados un aporte solidario.
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EXTRACTO OPI SANTA CRUZ- Lunes, 29 de Noviembre 2010
lunes, 29 de noviembre de 2010
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