miércoles, 7 de marzo de 2018

OPI SANTA CRUZ


El gobierno demuele una de las mayores conquistas gremiales del 2007. Vuelven las sumas en negro al salario estatal

 

11:45 – (Por Rubén Lasagno) – Santa Cruz está retrocediendo en muchas cosas, pero extrañamente, en este caso, el retraso va de la mano de los propios gremios estatales que, exceptuando ADOSAC, han cerrado un “acuerdo” increíble con el gobierno, quien les ha obligado a aceptar, después de 11 años de recuperación de los salarios, nuevas sumas “en negro” o lo que contablemente se denominan “no remunerativas”.
Esto ocurrió en las paritarias con ATE, UPCN y APAP. En la primera reunión el Ejecutivo les ofreció $ 1.500 por fuera del sueldo y especialmente UPCN y ATE no estuvieron de acuerdo. En la segunda vuelta el gobierno lo llevó a $ 2.000, más otros pequeños beneficios irrelevantes en las Asignaciones Familiares, por medio de una escala gradual de porcentajes y luego de realizadas las Asambleas, en los distintos gremios, ayer todos terminaron aceptando esta suma en negro.
Cabe recordar que una de las conquistas emblemáticas de la lucha sindical del año 2007, cuando la provincia vivió las históricas movilizaciones que encabezaban ATE, ADOSAC, Judiciales, Municipales, entre otros, fue la desaparición de las sumas “en negro” y la incorporación de todos los ítems del salario al básico. Esta forma de pagar sumas no remunerativas, es decir, por fuera del sueldo, fue una constante de Néstor Kirchner, modalidad que aplicaron todos y cada unos de los gobernadores que lo sucedieron y reedita hoy Alicia.


Aquel 2007, fue la bisagra fundamental en la mayor conquista sindical de la que se tenga memoria en Santa Cruz y tal vez en el país, oportunidad en la que los gremios estatales (exceptuando los históricamente oficialistas como UPCN y APAP) lograron torcerle el brazo a la conducción política e imponer el derecho de un salario justo y en blanco.
ATE junto con los docentes, fueron los dos sindicatos que lideraron aquella gesta donde hubo represión, persecución, difamación y todo tipo de acciones del aparato estatal en contra de los dirigentes sindicales que planteaban la lucha en las calles, en las aulas, en las oficinas públicas y en los hospitales; y el pueblo los acompañó. Allí creció inconmensurablemente ATE. Se transformó en un gremio con gran impacto en las decisiones de los gobiernos y un factor de presión superlativo, que le valió conquistas memorables. Todo eso pasó, pero ¿Qué pasó con todo eso?.
Aceptar la suma de $ 2.000 en negro de manos de la gobernadora Alicia Kirchner tiene varias lecturas sobre lo que puede haber ocurrido y/u ocurre actualmente. Una, es la pérdida de la independencia gremial y el sometimiento a los lineamientos del gobierno. Dos, la pérdida del poder de lucha y la necesidad de aceptar cualquier cosa ante una derrota cantada. Tres, la politización lisa y llana de un sindicato como ATE, que ha sido el mascarón de proa de las luchas sociales, junto con los docentes. Cuarto, una respuesta funcional al gobierno K de los gremios estatales-oficialistas, para darle la oportunidad al Ejecutivo de marcarle agenda a los otros, especialmente a la ADOSAC, permitiéndose referenciar este “pacto” de volver a las cifras en negro, para hacerle alguna oferta salarial a los docentes, hoy por hoy el karma del Ejecutivo, desde donde se busca presionar mediante cualquier herramienta legal o absurda. Quinto, la destrucción del frente sindical organizado en la gesta del 2007 y con esporádicas apariciones en el último tiempo, pero siempre con alto poder de fuego, llamada: “MUS” (Mesa de Unidad Sindical) donde la sinergia de los sindicatos ponía límites y disparaba alertas.
El 2007 tuvo otra victoria gremial: empezar a restituir el vaciamiento de la Caja de Previsión Social, que debido a las sumas en negro abonadas, dejaba a las jubilaciones relegadas y cuando un activo se jubilaba, cobraba miseria, porque los saldos no remunerativos no integraban el monto a percibir por parte del sector pasivo.
Durante todos estos años, parte de las conquistas sindicales fue, también, esa sustancial modificación de aportes al sistema previsional. ¿Cómo harán estos gremios que hoy volvieron a aceptar las sumas en negro, para reivindicar la lucha por el sistema previsional? ¿Cómo volverán a cantar “La Caja no se toca” frente a la Casa de Gobierno?. Indudablemente tendrán que bajar el cuadro de la conquista que rezaba “Salarios en negro, nunca más” y conformarse con lo que venga.
Puntualmente, lo más llamativo no es que UPCN y APAP hayan aceptado el pago en negro, porque son sellos de goma funcionales ad honorem del gobierno; lo realmente grave es que ATE lo haya hecho, un sindicato acodado con la lucha en contra de estas inequidades e histórico impulsor de fuertes y sólidos reclamos, gremio formador de una época donde logró niveles de afiliaciones históricas para un sindicato estatal ampliamente resistido desde el gobierno y el cual siempre se mostró contra-poder.
Los empleados estatales están, inclusive, bajo la línea de pobreza, reconocido por la propia dirigencia de ATE. No se entiende cómo, aún así, se pueden acordar sumas en negro y abandonar la lucha por la reivindicación real del salario, aunque ello implique enfrentar al poder y demostrar que no se es condescendiente ni aliado del gobierno y se pelea por la causa de los que menos tienen. Negociar, acordar y pactar sí, pero capitular y entregar las luchas, es una señal muy peligrosa que ningún sindicato puede dar, sin padecer las consecuencias.
Esto construye un mensaje claramente contradictorio, que deberán reformular los propios sindicatos si no quieren quedar reducidos a simples articuladores de los caprichos del FPV, algo con lo que sueña el kirchnerismo desde el 2007 en Santa Cruz y podría estar por conseguir en poco tiempo más. (Agencia OPI Santa Cruz)

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