lunes, 14 de abril de 2014

CLARIN

Las siete distorsiones e inequidades detrás del impuesto a las Ganancias
La falta de actualización de las escalas y del mínimo no imponible reactualizó el debate sobre este tributo.
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·         Presión tributaria
06/04/14
El impuesto a las Ganancias contiene muchas distorsiones, genera inequidades y gravita en forma exagerada en los ingresos de quienes se desempeñan en relación de dependencia, son jubilados o realizan actividades autónomas. En esta situación hay 1,5 millones de jubilados y trabajadores en relación de dependencia y casi medio millón de autónomos.
Ganancias figura entre las preocupaciones más acuciantes de trabajadores y profesionales. Cada vez son más los que sostienen que “el salario no es Ganancia”y que los ingresos, que tienen un carácter alimentario, no deberían estar alcanzados por este impuesto. Más aún cuando el IVA – un impuesto al consumo– trepa al 21%, castigando más a los que menos ganan, mientras la renta financiera está exenta. Las distorsiones e inequidades más destacadas son:  
La AFIP se queda con hasta el 30% del aumento salarial Con paritarias con aumentos de entre el 25 y 30%, la falta de actualizacióndel mínimo no imponible de Ganancias y de las escalas sobre las que se aplican las alícuotas está llevando a que, para muchos trabajadores, hasta un 30% del incremento salarial no vaya al bolsillo del trabajador sino de la AFIP. Así, para ese segmento de trabajadores el aumento salarial se reduce al 18 o 21%. Esto representa unos 15 puntos por debajo de la inflación proyectada para este año.
Por ejemplo, un trabajador soltero con un sueldo de bolsillo de $ 11.884 que obtiene un 30% de aumento, pasará a cobrar $ 14.583. Es un incremento del 22,6% porque los restantes 7,4 puntos van a parar a la AFIP. En este caso, de estar alcanzado por una tasa del 23% sube a la del 31% y el descuento por Ganancias casi se triplica: salta de $ 564 a $ 1.610 mensuales. Todo esto está llevando a que, con los aumentos de sueldos, sin tener un mayor poder adquisitivo e incluso con caídas del poder de compra, los trabajadores pasen a tributar mucho más que ahora. Y los que ya estaban alcanzados por este impuesto, paguen más.
Mínimos no imponibles diferentes Actualmente, un trabajador que entre enero y agosto de 2013 ganaba menos de $ 15.000 de sueldo bruto no paga Ganancias, aunque gane ahora más de esa cifra. Para los solteros que ganaban en ese período entre $ 15.000 y 25.000, el minino no imponible es de $ 9.020 mensuales. Y los que ganan más de $ 25.000, el minino no imponible se reduce a $ 7.517 mensuales. De esta manera, trabajadores que están ganando el mismo sueldo pueden pagar por Ganancias sumas muy distintas. Y lo que pagan de Ganancias no depende de los ingresos de este año sino de la realidad salarial entre enero-agosto de 2013. Por ejemplo, los solteros con sueldos brutos en 2014 de $ 20.000 bruto o $ 16.600 descontados, el aporte jubilatorio y a la obra social, pueden no pagar el impuesto, pagar $ 1.621 por mes (un 8,1% del sueldo bruto o un aguinaldo) o tributar $ 2.091 mensual o $ 25.092 anuales.
Quienes ganan más, pueden cobrar menos Al fijar mínimos no imponibles diferentes por segmentos salariales, se produce una distorsión adicional entre quienes están en los límites de esas franjas. Por ejemplo, quienes ganan $ 15.000 de sueldo bruto no pagan Ganancias, en tanto los que perciben $ 15.001 si están alcanzados. En el caso de los solteros les retienen $ 564, pasando a recibir en mano menos que su colega que cobra menos. Lo mismo pasa entre los que ganan $ 25.000 o $ 25.001.        4 Autónomos En el Impuesto a las Ganancias no es lo mismo obtener ingresos como asalariado, que como monotributista o autónomo, aunque en todos los casos se trate de rentas del trabajo personal. Esto se debe a que los autónomos disponen de mínimos no imponibles más bajos. A igual ingreso que un trabajador en relación de dependencia, los autónomos pagan mucho más.
   5 Tablita sin ajustase desde hace 14 años Desde el año 2000 se mantienen sin cambios las escalas sobre las que se aplican las alícuotas o tasas del impuesto sobre los ingresos, restadas las deducciones. Hay 7 escalas con tasas del 9, 14, 19, 23, 27, 31 y 35%. La primer escala del 9% es para los que exceden en $ 833 mensuales o $ 10.000 anuales el MNI, cuando si se hubiese ajustado por inflación debería alcanzar los $ 6.583 mensuales o $ 79.000 anual. Esto lleva a que rápidamente el trabajador pase a tributar las tasas más altas cuando si esas escalas se hubieran ajustado por inflación, casi todos tributarían el 9%. Por ese motivo, con datos de AFIP, más de la mitad de los empleados alcanzados por Ganancias, paga tasas de 23% o más.
  6 Impacto sobre los sueldos Un trabajador soltero con un sueldo neto (después de los descuentos de jubilación y obra social) que gana $ 16.600 por mes, sufre una retención de Ganancias de $ 1.625. Equivale al 9,8% del ingreso mensual. Si se suma el aporte de jubilación y obra social, el descuento total es del 25% del sueldo bruto. En un sueldo neto de $ 24.900, Ganancias absorbe el 17,8% por el descuento impositivo que se eleva a $ 4.433 mensuales. Con los aportes de Seguridad Social, los descuentos trepan a $ 9.500 mensuales.

  7 Recaudación por inflación El Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich dijo el jueves en su informe en el Congreso que el Gobierno está dispuesto a evaluar cambios en Ganancias que no lleven a una pérdida de la recaudación. En realidad, lo que viene pasando es que, al no ajustar las deducciones por la inflación, el Gobierno se está quedando con una recaudación extra, más allá de la que deriva de la estricta aplicación del impuesto. Con la actualización de las escalas y de las deducciones, el Gobierno no resigna ingresos tributarios sino mantiene la recaudación real sin la distorsión que genera la inflación en perjuicio de trabajadores, jubilados y empleados.

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