En marzo de este año el costo de la Canasta Básica era 145.06 % superior al de Buenos Aires, hoy esa diferencia alcanza al 156.58 %. Mientras que la CBT creció según el INDEC un 0.45 % en la gran urbe, en Río Gallegos, esa suba fue 12 veces más, llegando al 5.50%.
Vivir en Río Gallegos cuesta al menos 2.6 veces más que en Capital Federal. Esto se debe a que la incidencia del costo de la Canasta Básica Alimentaria es ampliamente superior aquí que el reconocido oficialmente para la Ciudad de Buenos Aires.
Aún considerando las previsiones privadas para la ciudad “luz”, que la valorizan prácticamente al doble que el INDEC, en Río Gallegos comer seguiría siendo más caro.
Si bien el INDEC aún no valoró la suba de precios para el mes de junio, fuentes oficiales afirman que se ubicó entre el 0,7 y el 0,8 por ciento, mientras que las consultoras privadas sostienen que estará entre el 1,1 y el 1,3 %.
A pesar de ser un mes estacionalmente calmo, como también se lo considera a mayo, la suba de la inflación estuvo basada en el alza de los alimentos, fundamentalmente.
Datos preliminares recolectados en las primeras tres semanas de junio por distintas consultoras privadas dan cuenta de un nuevo impulso en los precios de los alimentos. Si bien las mediciones coinciden en destacar la estabilidad en los valores de las carnes, registraron subas en productos panificados, frutas y verduras.
Según el estudio Bein, los alimentos subieron en ese periodo 1,1 %, por lo que junio finalizaría con incrementos de entre 1,3 % y 1,4 %. “Los productos panificados pegaron un salto de 5 %”, afirmó la economista de esa firma Marina Dal Poggetto. Además, registraron subas en el precio de la leche, 2 %; bebidas, 2 %, e infusiones, 2 %. En esa consultora prevén que los datos finales enseñen una inflación apenas superior al 1 % en junio.
El estudio Rubinstein & Asociados prevé un incremento en el costo de vida del 1,9 % para junio, según difundió en un comunicado. “La muy fuerte suba está relacionada con un importante aumento del índice de precios de Alimentos y Bebidas, que creció más de 0,7 % en la tercera semana, acumulando en las tres semanas de junio un alza del orden del 2,2 %”, aseveró.
En tanto, el estudio Orlando Ferreres proyectó que junio finalizará con una suba de precios del 1,3 %. “Los principales aumentos se dan en verduras, 14 %; aceites y grasas, 6 %; infusiones, 3 %; herramientas para el hogar y bebidas sin alcohol, 3 %”, dijo el director de la consultora, Fausto Spotorno.
El bimestre mayo–junio suele ser estacionalmente bajo. Así y todo, Ferreres midió en ese lapso un incremento de precios del 2,7 %. El dato, similar al de otras consultoras, contrasta con las mediciones de precios efectuadas por Indec. El Indice de Precios al Consumidor (IPC) oficial registra desde enero hasta mayo una suba del 5,1 %.
Los economistas coincidieron en que los precios se recalentarán a partir de julio por la llegada de las vacaciones de invierno, que suele impulsar los valores de productos vinculados al turismo.
LA SITUACION LOCAL:
La inflación golpea más en la canasta de alimentos en Buenos Aires y en Río Gallegos, pero en la capital de Santa Cruz esa diferencia se nota más.
De acuerdo a las mediciones del INDEC, la canasta básica de alimentos de un adulto equivalente, pasó de costar 170,94 pesos en marzo a costar 172,04 en mayo, subiendo así, apenas un 0.64 %.
De acuerdo a las previsiones privadas, la inflación para ese trimestre, en Buenos Aires, es muy superior, llegando casi al 3 %. En tanto en Río Gallegos, calculada la canasta básica alimentaria para el adulto equivalente, éste necesitó 434,84 pesos en el mes de mayo contra los 416,12 que necesitó tres meses atrás.
De esta forma la suba acumulada en el trimestre marzo/mayo alcanzó el 4,5 %, un cincuenta por ciento más que el costo estimado por las consultoras y siete veces más que la registrada por el INDEC.
La Canasta Básica Alimentaria para una familia tipo con dos hijos, uno adolescente y otro menor, alcanzó según el relevamiento propio hecho por E4, en base a la composición estimada para la misma del INDEC, en las góndolas de los supermercados locales, 1.443,67 pesos.
Lo que implica que una familia tipo para no caer bajo la línea de pobreza debió lograr ingresos familiares por encima de ese monto.
La incidencia en el costo de la Canasta Básica Total, producto del incremento en elementos escolares y transporte, entre otros, produjo una variación en el coeficiente engel, con respecto al de Buenos Aires, de 0,02 puntos. De esta manera el costo de la CBT para una familia tipo se ubicó en nuestra ciudad capital en los $ 3.161,63, valor que requirió como ingresos mínimos una familia para no ser considerada debajo de la línea de pobreza.
Salvedades
De todas maneras esa canasta básica total difiere notablemente de acuerdo a la condición de propietario o inquilino que posea la familia, ya que en valores absolutos, el alquiler de una vivienda de dos dormitorios va desde los 2.200 a los 3.500 pesos, de acuerdo a su ubicación y calidad.
El debate sobre la real evolución de los precios en Argentina y en Santa Cruz se reaviva mes a mes, cuando el Instituto de Estadísticas y Censos refleja el índice de inflación con renovadas sospechas sobre la fiabilidad de los datos oficiales de inflación.
Algo que no es contemplado en su real dimensión en la fórmula planteada por el Instituto de Estadísticas y Censos para hacer el cálculo global, por lo que se infiere que una familia tipo que no tenga la fortuna de ser propietaria, requiere para vivir sobre el filo de la línea de la pobreza un mínimo de 5.000 pesos. Este valor está en paralelo al salario promedio que mide también el INDEC en todo el país, que ubica a Santa Cruz primera en el ranking nacional con los mejores haberes, promediando los 5.303 pesos, valor al que se llega, por el impacto de los altos salarios que gozan los sectores del petróleo, la minería y la justicia, seguidos por el sector del transporte, salud y docentes.
Sin embargo la primera fuerza laboral en Santa Cruz es la mercantil, que recién a partir del último incremento se ubicó en un salario promedio de 3 mil pesos, en tanto que detrás viene el empleo público que parte de los 2.917 pesos para una categoría 10, aunque se puede promediar en los 3.500 pesos, equivalente de una categoría 15.
Esto quiere decir que una porción importante de la fuerza laboral en Santa Cruz no alcanza, con su salario, a cubrir las necesidades de una Canasta Básica Total.
¿Por qué esto no se ve reflejado en cuestiones que tienen que ver con la “calidad” de vida que también se mide por parte de consultoras privadas y ubican a Río Gallegos, en particular, como una de las ciudades con mejor standard?
Existe una explicación inicial que está basada en la multiplicidad de salarios que se suman en el núcleo familiar.
En principio, en la mayoría de las familias trabajan los dos integrantes del matrimonio. En segundo lugar, la salida tardía del hogar de los hijos mayores termina mejorando también la calidad de vida de esa familia y los costos de vida de los jóvenes trabajadores.
LA OPINION AUSTRAL- Sábado 10 de Julio 2010
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